Los hábitos alimentarios de esa cultura milenaria respetuosa con la naturaleza y el equilibrio espiritual, son los factores que provocan su armonía y buen estado de salud:
A.- Más del 78% de sus alimentos son de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, algas, frutos secos, tubérculos, etc.).
B.- Es la población con el mayor consumo de soja y productos derivados de la misma.
C.- El arroz (sin gluten) reemplaza al pan y a otros cereales refinados. Un 20% de sus alimentos son de origen animal, predominando el pescado, poca carne y prácticamente ningún producto lácteo.
D.- Grandes aportes en antioxidantes (té, verduras, frutas, soja, especies…), ácidos grasos omega-3 (aceite de colza, pescados azules, soja…) y magnesio (tofu, sésamo, judías…). Con estos antioxidantes luchan contra el envejecimiento, la inflamación y las enfermedades.
E.- Practican actividad física de forma regular a todas las edades.
F.- Evitar el estrés, aplicando autocuidados (automasaje), y nada de tóxicos como el tabaco, alcohol y drogas. Y también evitando la contaminación visual, como por ejemplo, ver la televisión lo menos posible (cuestión casi inconcebible para nuestra cultura occidental).
G.- Las personas mayores aprecian las riquezas de la naturaleza, y siempre tienen un lugar importante en la sociedad. Tienen su lugar en la vida y después de su muerte son recordados con respeto y admiración. Viven con estas ideas, con una mente positiva, con convicciones positivas, cultivando la salud y la vida tranquila, son pacientes, disciplinados, flexibles, capaces de reconocer los errores.
LOS PROBLEMAS DE LA VEJEZ NO HAY QUE COMBATIRLOS CUANDO YA SOMOS VIEJOS, TENEMOS QUE PREVENIRLOS CUANDO SOMOS JÓVENES.